Mientras los paracaidistas descendían, el "Anuska" nos deleitaba con bonitas pasadas.
Para finalizar con una última, exhibiendo la bandera española.
Otra gran novedad de este año ha sido poder contar en Gijón con la presencia de un Rafale francés, cuya exhibición hizo las delicias de los presentes por su espectacularidad. Me costó mucho obtener buenas imágenes de este avión con una cámara compacta, ya que evolucionaba a gran velocidad. En esta se aprecia su serial bajo el morro "113-IV". Su rival fue nuestro F-18 del Ala 15 de Zaragoza, que matrículado "15-02" y con una decoración especial en sus derivas también realizó una exhibición impresionante. Lamentablemente no dispongo de una buena foto de dicha decoración.
Un An-2 y un Rafale, que suerte has tenido de ver esos aviones, sobre todo el Antonov. Que envidia ;-)
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Juan Antonio. Efectivamente, he tenido suerte ya que es el primer An-2 que veo en vuelo.
ResponderEliminarYo estuve allí. Lo mejor el Rafale.
ResponderEliminarMirá, no sabía que la decoración era rusa. Yo soy de mirar siempre los diseños de los aviones por fuera. Muchos no les prestan atención pero las líneas de la forma que están dibujadas y los colores siempre significan algo. Hace poco gané unos vuelos con una promoción y me salieron muy baratos. Lo que me encantó de la parte del viaje fue justamente poder observar desde la sala de embarque, o sea, muy de cerca, el diseño del avión que yo me tomaba. Le pregunté a la azafata y me dijo que los colores honraban una batalla de la edad media. Quién iba a saber...
ResponderEliminar