Asco, mucho asco, es lo que siento en estos momentos. Probablemente al policía que disparó a la perra Sota en Barcelona el pasado día 18 no le pasará nada, pero ojalá que sí. En cambio, el chaval que vivía en la calle vendiendo pulseras y al que mataron a su fiel compañera probablemente si tendrá problemas.
La noticia está en la calle y el que quiera informarse no tiene nada más que buscarlo en Google. Hay hasta videos. Cada uno que saque sus propias conclusiones. Yo también tengo una perra y a veces hay problemas con perros grandes, pero se resuelven con decisión e imponiéndose al animal, y ni soy policía ni tengo pistola. No la necesito. El que disparó no tiene ni puta idea... allá él y su conciencia...
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