Durante la guerra fria, los Tu-95RT "Bear-D" de reconocimiento que despegaban de sus bases en la zona de Murmansk eran invariablemente interceptados por aviones de la Otan, norteamericanos o europeos, cuando sobrevolaban el Mar del Norte, en un peligroso juego del gato y el ratón.
De dia o de noche, con sol o con lluvia, las alarmas sonaban en los refugios de alerta de Keflavik en Islandia cada vez que el radar devolvía el eco de un "boggie". Los pilotos corrian a sus aviones y los F-4 Phantom de los Black Knigts se elevaban al encuentro de los visitantes, para convencerles de que les habían visto, estaban preparados y la cosa iba en serio. En esta ocasión el objetivo o el cristal de la cabina está empañado por la diferencia de temperatura y la foto no es todo lo nítida que debería, pero en esos momentos de tensión, lo de menos eran las fotos.
Hoy en cambio el día es espléndido para el "posado".
Los rayos del sol se reflejan en las palas de las hélices contrarotatorias de este Tu-95RT que además lleva sus luces de posición encendidas. Preciosa imagen.
Pero a veces los Bears se empecinaban en continuar con su aproximación, provocando que no sólo llevasen "compañía" ya desde Islandia, sino que al acercarse al espacio aéreo británico, los Phantom ingleses también despegasen en "scramble", lo que ha dado lugar a esta curiosa imagen de F-4 de dos nacionalidades, acompañándo "amablemente" al Tu-95 que va camino de Cuba.